Caminar es, sin duda, una forma
de conocimiento. Nos proporciona la velocidad adecuada para ver, descubrir,
asimilar y comprender la realidad que nos rodea, mejor que ninguna otra forma
de desplazamiento. A ningún turista o viajero, que pretenda conocer una ciudad,
se le ocurriría planificar un recorrido en coche y marcharse satisfecho. Es
fácil comprender que se habría perdido un montón de experiencias. Y al final
sólo se llevaría un bosquejo difuminado de la ciudad recorrida.
Creo que todos estamos de acuerdo
en que, para visitar una ciudad y conocerla un poco, es necesario “patear” sus
calles, mezclarse con sus habitantes, adentrarse en su ritmo vital y vivir sus distintos
ambientes urbanos. Todo esto sólo hay una manera idónea de hacerlo: caminando.
Para el amante de la Naturaleza,
no hay mejor manera de adentrarse en ella que caminando, haya o no senderos que
recorrer. A veces los senderos los trazan animales en su ir y venir, otras
veces el hombre y su costumbre, pero a falta de senderos, el campo a través
tampoco es mala opción.
Se puede caminar deprisa o
pausadamente, pero siempre el movernos a pie por el campo nos va a ofrecer una
experiencia gratificante y saludable. Si tenemos la posibilidad de caminar por
un hermoso paisaje, la actividad será doblemente satisfactoria. En los alrededores
de la ciudad de Plasencia se pueden encontrar paisajes llenos de belleza, a los
que podemos llegar caminando desde nuestra propia casa. Muchas personas los disfrutan
de forma cotidiana; sin embargo, la mayoría de los turistas se marchan sin conocerlos
caminado.
Nuestro proyecto –Oeste Natura-
se ha empeñado que esto deje de ser así. Queremos mostrar e interpretar la
diversidad de paisajes que rodea a Plasencia para el disfrute de los turistas
que visitan la ciudad. De este modo se llevarán una visión más completa de la
realidad urbana y de sus muchos atractivos. Trabajamos para que la ciudad
visitable no se acabe en las murallas. Oeste Natura viene a abrir la muralla para
mostrar la fachada verde de Plasencia.
Deseamos explicar la importancia del
entorno natural/rural para la vida y la existencia de la propia ciudad, tanto
en el pasado como en el presente.
En el pasado, la economía de
Plasencia dependía del campo que la rodeaba y de sus riquezas agropecuarias.
Aunque hoy este sector económico ha perdido importancia, sus huellas han dejado
una impronta indeleble en el paisaje. Para comprender las razones ocultas de
estos paisajes, hay que contar con las claves históricas que han dado forma a
lo que hoy contemplamos. En eso consiste la interpretación de los paisajes
culturales que ofrece Oeste Natura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario